Descubre los tipos de realidad virtual que existen

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¿Sabías que no todas las experiencias de realidad virtual son iguales? Aunque a menudo se habla de la realidad virtual como si fuera un único concepto, en realidad existen distintos tipos de inmersión que dan lugar a experiencias completamente diferentes. Entender y diferenciar cada uno de ellos te ayudará a elegir el enfoque adecuado para el objetivo que desees alcanzar.

A lo largo de este artículo, hablaremos de los diferentes tipos de realidad virtual mientras explicamos sus características, ventajas y usos concretos. Por ello, si estás dando tus primeros pasos como si ya conoces esta tecnología, este artículo te será útil para comprender mejor el increíble mundo de los entornos virtuales.

¿Qué es la realidad virtual?

La realidad virtual es una tecnología que permite simular entornos artificiales generados por ordenador, en los que el usuario puede interactuar y sentirse presente. Esta simulación se percibe a través de dispositivos como pantallas, gafas o sensores de movimiento, y puede tener diferentes grados de intensidad según el equipo y la tecnología utilizada.

Clasificar los tipos de realidad virtual nos ayudará a entender los niveles de inmersión en la realidad virtual además de ver cómo se conecta el usuario con el mundo digital. No es lo mismo ver algo en una pantalla que sentir que estás dentro de ello. Esta diferencia es clave para usar bien la realidad virtual, porque no todos los usos necesitan el mismo nivel de realismo.

¿Qué tipos existen?

Los tipos de realidad virtual se pueden clasificar principalmente en tres categorías según el nivel de inmersión y las necesidades que cubren: no inmersiva, semi inmersiva e inmersiva total.

Realidad virtual no inmersiva

La realidad virtual no inmersiva representa el nivel más básico de esta tecnología. En este tipo de experiencia, el usuario no está completamente dentro del entorno virtual, sino que lo observa e interactúa con él a través de una interfaz convencional, como una pantalla de ordenador o una televisión.

Un ejemplo claro son los simuladores básicos, como los juegos de conducción en los que usas teclado o mando. También entran aquí los videojuegos en primera persona que no requieren gafas de realidad virtual. En el ámbito profesional, los programas de diseño 3D utilizados en arquitectura o ingeniería pueden ofrecer una sensación de espacio sin necesidad de una inmersión completa.

La gran ventaja de la realidad virtual no inmersiva es su accesibilidad. No requiere hardware especializado ni formación técnica, lo que la convierte en una opción ideal para quienes se inician en la realidad virtual o tienen recursos limitados.

En este contexto, soluciones como la cartelería digital de Ubicuity que permite mostrar contenidos dinámicos en pantallas y videowalls sin interacción directa. Además, encajan dentro de este tipo de experiencia, aportando valor informativo y visual sin necesidad de inmersión total.

Realidad virtual semi inmersiva

La realidad virtual semi inmersiva va un paso más allá. Esta nos ofrece un mayor grado de realismo sin llegar a desconectar por completo al usuario del mundo real. Aquí, los gráficos tridimensionales y la interacción más fluida logran crear una sensación más envolvente, pero todavía se perciben elementos del entorno físico.

Este tipo de realidad virtual se utiliza ampliamente en simuladores de vuelo, cabinas de entrenamiento o experiencias educativas. Las pantallas envolventes, los proyectores 3D y los entornos interactivos permiten que el usuario sienta que forma parte del espacio virtual sin perder completamente la noción del entorno real.

Un buen ejemplo de esta categoría son las salas inmersivas de Ubicuity que transforman espacios físicos mediante proyecciones envolventes, sonido y contenido interactivo, creando entornos ideales tanto para experiencias educativas como para instalaciones más complejas. Además, sus hubs de colaboración están diseñados para facilitar el trabajo en equipo, simulando entornos digitales a través de herramientas visuales, sin aislar por completo al usuario del entorno real.

La realidad virtual semi inmersiva destaca por su equilibrio, proporcionando una abstracción significativa con un alto nivel de seguridad y control. Esto la hace especialmente idónea para la capacitación laboral, la enseñanza técnica y la simulación de procedimientos intrincados.

Realidad virtual inmersiva total

La realidad virtual inmersiva total es la forma más avanzada y completa de esta tecnología. En ella el usuario se introduce por completo en el entorno virtual, perdiendo contacto visual y auditivo con el mundo físico. Es una experiencia multisensorial que se logra mediante el uso de gafas VR, auriculares, sensores de movimiento y, en algunos casos, trajes hápticos.

Los ejemplos más conocidos son los videojuegos con gafas VR, las experiencias de simulación médica o industrial y las visitas a entornos virtuales como museos o exposiciones. El usuario no solo observa el entorno: lo habita. Puede caminar, manipular objetos digitales e interactuar con otros avatares en tiempo real.

En este nivel se ofrece una experiencia altamente realista y envolvente. Como ocurre con la U-Box de Ubicuity, con la que se logra una inmersión multisensorial sin necesidad de dispositivos portables, haciendo accesibles experiencias inmersivas totales en distintos contextos: educación, cultura, salud o formación profesional.

Entender los distintos niveles de inmersión en la realidad virtual no solo te permite apreciar mejor el potencial de esta tecnología, sino también tomar decisiones más acertadas al implementarla en entornos educativos, profesionales o de entretenimiento. Cada tipo de realidad tiene sus ventajas y aplicaciones ideales según los objetivos y el público.

Si estás buscando aplicar alguna de estas experiencias en tu organización, ya sea para comunicar, formar o inspirar, soluciones como las de Ubicuity pueden ayudarte a llevar la tecnología inmersiva al siguiente nivel con herramientas diseñadas para adaptarse a distintos niveles de interacción y presencia digital.